Visita sorpresa...

msj picolo: Hola tía, fíjate que estoy de vacaciones y estaba pensando ir a Mty.

msj Any: Hey!, que bien!, y cuando o que

msj picolo: Pues mañana, si se puede.

msj Any: siii, vente, mi casa es tu casa!

msj Picolo 2 hrs después: Salgo a las 8:30 pm, quieres que te lleve algo de acá?...

Y el buen Picolo rompió en ese momento el maleficio familiar de que hay que planear con meses de anticipación cualquier viajecillo por pequeño que sea y me hizo muy feliz con su visita.
Picolo trajo ricos y deliciosos tributos regionales para mi, tales como chorizo coatzinteco, chilito delicioso y cocadas. (Hace dos minutos me saboree la última) En si pasamos poco tiempo juntos debido a que tenia que ir a trabajar, pero eso si, pasamos tiempo de calidad e hicimos junto con Casito varias actividades divertidas.

Tales como:

Ir al paseo Santa Lucia

Como ya es tradición para todos aquellos que vienen a visitarme, uno de los primeros puntos a visitar es el Paseo Santa Lucia.

Históricamente se reconoce a este lugar como el sitio donde se dio la tercera y definitiva fundación de Monterrey por Don Diego de Montemayor el 20 de septiembre de 1596.

411 años después de este histórico acontecimiento por fin a alguien se le ocurrió la gran idea de crear una atracción turística a partir de este concepto.

Actualmente es el sitio consentido de los regios para presumir, y bueno, la verdad es un bonito y agradable lugar y esta ubicado en un punto en el cual esta rodeado de museos, zonas comerciales para hacer shopping y el barrio antiguo.

El recorrido es de 2.5 Km y como podrán imaginarse nos dio un ataque de flojera y preferimos hacer una hora y media de fila para subirnos a una pequeña barca antes que hacer el recorrido a pie.

Nos toco un lancherillo parlanchin y jocoso que le dedico 5 minutos a la historia del Santa Lucia en un trayecto de una hora y el resto del tiempo se la paso revelando los apodos y secretos embarazosos de sus otros compañeros lancheros y contando anécdotas graciosas del sitio además de gritarle beso!, beso! a las parejillas que caminaban por ahí.

El paseo incluyo música variada ubicada en varios puntos del trayecto que en este caso fue proporcionada primero por unos imitadores de chico che (eran los más populares), mas adelante un grupo de marimberos casi a la altura del Godzilla (casito y yo le pusimos así al armatoste que sirve disque para hacer olas…. jijiji, estos regios tan creativos…), un grupo que tocaba reggae muy al estilo de Bob Marley y casi al final un grupo tocando musica al estilo de la capoeira versión low requete low (señora prendida como de 50 años bailando energicamente mientras su hija bailaba al estilo de las villeras) al final nunca supimos en realidad que estilo de música era pero mejor decidimos alejarnos ya que parecía que esa furia rítmica podía volverse contagiosa. Lo bueno que el lanchero-merolico decidió que lo mejor era alejarnos de la orilla.

También fuimos al Planetario Alfa

En nuestra búsqueda por el conocimiento decidimos entrar a ver una película de dinosaurios, solo que fue interrumpida a los 5 minutos por lo que yo llamo una familia “Tapona”, dícese de la familia donde la madre y el padre se hacen los sordos y los ciegos de cómo sus hijos hablan, platican, gritan, patalean, lloran y molestan a cuanta persona tenga la desgracia de estar alrededor de ellos.


Los padres actúan como si trajeran grandes tapones en sus orejas y se hacen de la vista gorda. (grrrrrr). En este caso ni mis ojos de pistola, ni mis ssshhhhhhhh funcionaron y la búsqueda del conocimiento fracaso rotundamente.

Solo aprendí que los velociraptors eran en realidad más aterradores y feos que como los pasan en las películas. Al menos las mangonadas estaban buenas y había un hombre vestido de astronauta con guantes de esos para lavar los trastes que asustaba a los niños Mua ha ha ha...

Y recorrimos el museo

En el jardincillo me tope con una de mis grandes amigas (¿verdad Karlita?).

Mientras tanto los muchachos se dedicaron a la meditación como suelen hacer siempre que tienen oportunidad.
(Creo que era el efecto después de las mangonadas).

Por razones evidentes y como podrán observar en las pics, Casito decidió que la vida de las redes sociales no es lo suyo y decidió conservar su anonimato. Al principio iba a ponerle los típicos cuadritos de pixel o la una carita feliz, pero al final pensé que sería más feliz de ver a algunos de sus personajes favoritos engalanándole la face.

También hicimos otras cosas divertidas como ir al cine a ver Terminator Salvation, fuimos a los Go Cars del parque río, al Papa Bill’s, y al puente atirantado (Costoso puentecillo con tirantes ideado por un “pensamiento Argentinez” de que a Monterrey le hacen falta Iconos… Como si con el cerro de la silla no bastara… pero bueno… ).

Y en mi ausencia fueron al obispado, diversos centros comerciales y algunos museos.

Pico también conoce ahora la “Vida Transformer”. Una fabulosa vida que se le provee solo a quienes vienen a visitarnos a Casito y a mí. Pero para entenderla tienen que venir. ¿Verdad Pico?

Espero que la hayas pasado tan bien como la pase yo y ya sabes que eres bienvenido cuantas veces quieras volver... ;)